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  XI Congreso de Historia de Colombia      
  

XI Congreso de Historia de Colombia

PONENCIAS (texto completo)

Las comunidades de religiosos en Antioquia, 1885 - 1950
Juan Felipe Córdoba Restrepo

Introducción

Este busca texto presenta una descripción general sobre las comunidades religiosas masculinas en Antioquia durante 1885-1950, mostraré su origen, el establecimiento en Antioquia, que actividades desarrollaron, y destacaré por su importancia tres comunidades: en el campo de la educación a los Hermanos Cristianos y en el de las misiones a los Carmelitas Descalzos y a los Padres Javieres. 

Origen

La vida en comunidad se inicia desde los primeros años del cristianismo. A lo largo de la Edad Media aparecen tres figuras que definen la vida monacal, existen otros, pero en definitiva estos son los más sobresalientes por la importancia de las reformas que desarrollaron: San Benito de Nursia (fundador de los Benedictinos, siglos V-VI), impuso a los monjes pobreza, obediencia, castidad y permanencia en los monasterios, presididos por un abad y asistido por un prior., San Agustín (fundador de los Agustinos, siglo IV y V) cuyas reglas consistían en consagrar la vida a la plegaria, a el estudio, a la penitencia y a las buenas obras. Y mucho más tarde San Bernardo de Claraval (reformador del comunidad del Císter, siglo XII, fue el que convocó a las Cruzadas).

Sin embargo, las comunidades religiosas continuaron desarrollándose, en el en el Concilio de Letrán (1215) el papa Inocencio III, para revitalizar la Iglesia y llevarla a estar más acorde con su época, presentó el siguiente programa: "Eliminar la herejía y fortalecer la fe - pero también reformar las costumbres, extirpar los vicios, implantar las virtudes, conjurar los excesos. Y aún más, calmar las discordias, establecer la paz, repudiar la tiranía y hacer prevalecer la verdad por todas partes".[1]

Bajo este ambiente de comienzos del siglo XIII, se ven aparecer nuevas ordenes religiosas que se apartan de la forma de vida de las viejas comunidades monacales, las nuevas congregaciones pero tampoco pretendían estar ya en las guerras en defensa de la fe (las cruzadas, por ejemplo los Templarios) esperaban vivir una vida religiosa que se inspirara en el amor a Dios y los hombres e imitar a Jesús en su preocupación por los pobres, surgen entonces la orden del Espíritu Santo (para curar enfermos) y la orden de los trinitarios (para rescatar cautivos). Pero son dos personajes los encargados de establecer el nuevo orden de las comunidades San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán.

Este último, pensaba que el clero de su época carecía de moral y era demasiado rico, propuso en el mismo Concilio de Letrán constituir una nueva congregación donde la principal regla fue la de la pobreza (extraída de la regla agustiniana). Otro punto consignado en las constituciones de la Orden de Predicadores (1215), nombre dando a la nueva congregación, fue la del rechazo a la propiedad y a las rentas.

Pero la vida en comunidad también se reforma, ya no sólo cantan coros de alabanza todas las horas, como los Benedictinos, los oficios litúrgicos se suavizan, y dedican parte de su tiempo a predicar a las masas urbanas, los conventos domínicos se instalan en el seno de las nuevas ciudades.

La Comunidad de Frailes Menores, por otro lado, fundada por San Francisco de Asís en 1209, se diferencia de la de Santo Domingo, pues no debe su surgimiento a los clérigos mismos, es una forma de vivir el evangelio de origen laico; Francisco era cortesano, cuando sintió el llamado de Dios renunció a su propiedades y se consagro a la penitencia, pero al tiempo cantaba a la belleza de la naturaleza, varios amigos suyos le siguieron y con las manos vacías y un hábito vivían entre los pobres, trabajaban con ellos y por la noche alababan la creación. Según Georges Duby Francisco no luchaba con la espada ni con la razón contra la herejía, sino que lo realizaba con el impulso de su corazón y su forma de vida, además considera que con Cristo, es un héroe de la historia Cristiana, y afirma "que lo que el cristianismo de hoy conserva vivo aún procede directamente de él."  El cristianismo que promulgaba San Francisco propone, pues, una reconciliación con la creación, proclama la bondad y la belleza de Dios en la bondad de sus criaturas. A mediados del siglo XVI surgen las órdenes de clérigos regulares comunidades que realizaban funciones iguales a las del clero secular, pero adicionalmente hacían votos, al igual que las órdenes religiosas. Un ejemplo del clero regular es la Compañía de Jesús, fundada en España por San Ignacio de Loyola, en 1540, y la de Carmelitas Descalzos, por Santa Teresa de Jesús en 1568, también fundada en España.

Un siglo más tarde apareció otra modalidad de asociación religiosas las congregaciones de votos simples. Una de ellas fue el Instituto de las Escuelas de los Hermanos Cristianos, creada en 1680 en Francia por San Juan Bautista de la Salle.[2]

Cada comunidad religiosa tiene su propio carisma, don ó rasgo que define un estilo propio de trabajo en la sociedad, el cual, se creía, procedía del Espíritu Santo y se expresaba a través de los fundadores.  Algunas comunidades se dedicaron a la oración; otras, además de orar, impartieron educación y asistieron a los enfermos. Varias  conjugaron diferentes labores.

De las comunidades que llegan a Antioquia, la más antigua es la Orden de Fraile Menores (más conocidos como Franciscanos) esta comunidad aparece en el siglo XIII. Desde mediados del siglo del siglo XVI y en el transcurso del siglo XVII surgen un buen número de comunidades, recuérdese que se esta celebrando el Concilio de Trento, aquí están: los Jesuitas, los Carmelitas Descalzos, los Escolapios, los Agustinos Recoletos, los Eudistas, Hermanos Cristianos. De las comunidades fundadas en Europa a lo largo del siglo XVIII, ninguna llega a Colombia durante el período propuesto. Hacia finales del siglo XIX, aparecen: Claretianos, Terciarios Capuchinos, Salesianos y Salvatorianos, y en el siglo XX se ve surgir la última los Padres Javieres, que es de origen local.(Tabla I)

Los franciscanos pertenecen a una orden mendicante. Los jesuitas, los carmelitas, los Agustinos recoletos y los escolapios son órdenes de clérigos regulares. Los eudistas, los hermanos cristianos, los salesianos, los claretianos, los padres javieres, los salvatorianos y los terciarios capuchinos son considerados congregaciones o institutos.[3]

Establecimiento en Antioquia

En Antioquia durante el período colonial sólo se asientan tres comunidades: los Jesuitas que fundan un colegio en Santa Fe de Antioquia en 1726 y permanecen hasta 1767 cuando son expulsados por Carlos III de todos sus dominios, los Franciscanos estuvieron en Santa Fe de Antioquia durante la segunda mitad del siglo XVII y en Medellín en 1803 donde fundan el Real Colegio de Franciscanos (para algunos la génesis de la Universidad de Antioquia) y los Hermanos Hospitalarios donde llegan a dirigir el Hospital de San Juan de Dios en 1802. En la primera mitad del siglo XIX, prácticamente todas las comunidades abandonan el territorio antioqueño, diferentes leyes de la República en contra de ellas, hicieron que estas congregaciones no permanecieran en la región. Sólo ingresan los Jesuitas en 1845 a dirigir el colegio académico, en 1842 habían regresado a Colombia, para ser expulsados de nuevo en 1850 por el gobierno de José Hilario López. Por último, en 1858 el presidente conservador Mariano Ospina Rodríguez los invitó a establecerse de nuevo en el país, pero, en 1861, al ser derrocado Ospina, el general Liberal Tomás Cipriano de Mosquera los volvió a expulsar.

Durante la Colonia en otras regiones del país, como Bogotá, Cartagena o Popayán, las comunidades religiosas masculinas tuvieron mayor influencia que en Antioquia, pero durante el los primeros años de la República sufrieron los mismos vaivenes que en Antioquia. Sólo dos congregaciones permanecieron en el país, los Filipenses que se radicaron en Pasto en 1830, y los padres Lazaristas instalados en Popayán en 1870.

Pero es durante el último cuarto del siglo XIX cuando empieza llegar un mayor número al país, en este período llegaron 10 comunidades, en la primera década del siglo sólo llegan 2, para la segunda arriban 4, en los años veinte llegan 5, durante la década del 30 no llega ninguna y por último en la década del 40 arriban 5. Este es el panorama del ingreso de las veintiocho comunidades que ingresan al país entre 1885 y 1950. En el caso de Antioquia durante el período se establecen 12 de estas comunidades, en el último cuarto del siglo llegan 5, mientras que entre 1910 y 1930 sólo llegan 4, para la última década de este estudio ingresan 3 al territorio antioqueño.

De este conjunto de comunidades once proceden de Europa y una de origen local. Las españolas son: la Compañía de Jesús, la Orden de los Carmelitas Descalzos, la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, la Orden de los Recoletos de San Agustín, y el Instituto de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores; de Francia la Congregación de Jesús y María o Padres Eudistas y el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristiana; de Italia la Orden de Frailes Menores, Sociedad de San Francisco de Sales, la Orden de los Clérigos Regulares Pobres de las Madre de Dios de las Escuelas Pías y la Sociedad del Divino Salvador; por último la de origen Antioqueño, el Instituto de Misiones Extranjeras. Como se vio en la conferencia de Patricia Castro el mayor número de comunidades femeninas proceden de Francia, mientras que en el caso de las masculinas en su mayoría son de España.

Para 1950 Antioquia ocupaba el tercer lugar en Colombia con el mayor número de comunidades de religiosos, luego de Cundinamarca y Cauca, mientras que en el caso de la femeninas Antioquia ocupa el primer lugar en 1940.

La principal actividad a la que se dedican estas comunidades es la enseñanza y la administración de parroquias, de las doce once tienen colegios, escuelas o institutos, y once, también tienen a cargo parroquias, a continuación están las misiones con cinco comunidades dedicadas a esto y por último se encuentra la beneficencia o asistencia social a la que se dedican sólo dos, a  diferencia de las femeninas que es en esta actividad donde realizan su mayor esfuerzo.

La mayor concentración de comunidades se da en Medellín, donde 9 tiene casa, iglesia, parroquia, convento o colegio, le sigue Jericó donde encontramos cuatro con colegio, parroquia, casa, convento y seminario, mientras que en Santa Rosa existen tres, para el resto del departamento hay una o dos en cada población. Visto por división eclesiástica (arquidiócesis, diócesis y prefectura) la lectura arroja otros datos, en la Arquidiócesis de Medellín se asentaron 11 de los doce comunidades, la diócesis de Santa Rosa tiene cinco (tres con casa, dos que hicieron misiones), la Diócesis de Antioquia registra religiosos (Eudistas) sólo hasta 1915, posteriormente se instalan los carmelitas descalzos en su jurisdicción, la Diócesis de Jericó alcanzó a tener tres casas de religiosos y una comunidad que incursionó realizando misiones, por último la Prefectura Apostólica de Urabá contó con una comunidad en su territorio desde su creación hasta su desaparición (1918-1941), con anterioridad dos comunidades (jesuitas y claretianos) habían hecho misiones en la región.(Tabla II)

Los Hermanos Cristianos en la educación

En 1680, Juan Bautista de la Salle fundó la congregación de Hermanos de la Escuelas Cristianas. Sus miembros estaban ligados por votos pero no eran sacerdotes, este tipo de vínculo les permitía dedicarse por completo al carisma propuesto por la Salle a la comunidad: la enseñanza. 

Lo novedoso de la propuesta lasallista fue modificar la educación, hasta ese momento dictada en latín. Se comenzó a usar la legua vernácula y además impartió una educación personalizada. Cada hermano realizaba una tutoría individual a los alumnos.

Los Hermanos Cristianos se proponían educar a la clases populares, con una educación adecuada las necesidades del desarrollo en los países donde trabajan, basada en principios religiosos y una formación comercial, industrial, tecnológica y agrícola.

La labor pedagógica de los hermanos cristianos se extendió por todo el mundo. A Colombia llegaron en 1875, a Pasto, pero por la oposición del gobierno de César Conto, Presidente del Estado del Cauca y la guerra de 1876 la comunidad sólo duró un año en el país. El regreso definitivo de los Hermanos Cristianos es 1890, cuando llegan a Antioquia.

Su presencia en el Departamento, sostiene Vicent Farrell, fue para competir con la forma tradicional de la educación que impartían los jesuitas. Su propuesta era formar un bachiller moderno o un bachiller en ciencias, en esa época una novedosa alternativa para la educación.[4] 

Entre 1890 y 1945 los Hermanos Cristianos fundaron en Medellín dos colegios de enseñanza secundaria, cuatro escuelas gratuitas de enseñanza primaria y un centro de formación técnica. En el resto del departamento, desde 1892 hasta 1943, los hermanos fundaron doce colegios, diez para la educación secundaria y dos de formación religiosa. Se encontraban ubicados al oriente con tres colegios, al suroeste con dos, al nordeste tres y al centro con cuatro. Para dos municipios, Sonsón y La Ceja existen registros de que además de secundaria impartían educación primaria.

El período de mayor crecimiento y expansión por  Antioquia comienza en 1892 y avanza hasta 1928 , con ocho fundaciones, posterior a 1930 las fundaciones se redujeron solamente a cuatro. Sin embargo, llama la atención que en plena república liberal la comunidad haya fundado o dirigido tres colegios -en Andes, Bello y La Estrella- cuando por las reformas educativos de este período la mayor parte de los establecimientos dirigidos por religiosos pasaron a manos del Estado. (Tablas III y IV) 

No sólo educaron a la clase alta y la clase media, la educación primaria era gratuita y cubría un buen sector de la población de bajos recursos. Como también se ofrecían becas a los alumnos más sobresalientes de las escuelas gratuitas, para continuar estudios en sus colegios.

Colegio de San José de Medellín

       "...el Colegio de San José se esfuerza por dar a los jóvenes tanto una Educación humana integral, eso es, física, intelectual, moral, social, y religiosa, como la enseñanza de las ciencias, de las letras y de la filosofía, cumpliendo ampliamente los Programas de ambos bachilleratos, mediante una organización, metódica      moderna, y acomodada a las necesidades peculiares de Antioquia."[5]

Los alumnos del colegio San José de Medellín para obtener el título de bachiller debían cursar las siguientes materias: 1) religión, siguiendo el catecismo del padre Astete, curso de religión por el P. Polidori, S.J., historia de la Iglesia y apologética cristiana, curso de moral; 2) lengua materna, que comprendía gramática, lectura, declamación, análisis y ejercicios de composición ortográfica con aplicación y estudio de raíces latinas y griegas; 3) en literatura se veía: elocución, retórica y poética, con los correspondientes ejercicios de análisis, composición y crítica, historia literaria y filosofía del castellano; 4) filosofía contemplaba, lógica (dialéctica, criteriología, método), metafísica general y particular (teodicea, cosmología y sicología) ética y derecho natural; 5)  en ciencias naturales, historia natural, fisiología, anatomía e higiene, botánica, geología y mineralogía; 6) En matemáticas: aritmética analítica y comercial, álgebra, geometría plana y del espacio, cosmografía, trigonometría rectilínea, agrimensura y nivelación, levantamiento de planos; 7) latín: gramática y ejercicios de composición, análisis de autores clásicos; 8) francés e inglés: ejercicios de elocución, gramática y redacción; 9) historia: universal y especial historia de Colombia, historia de literaria e historia de la Iglesia; 10) comercio: contabilidad y tenencia de libros, derecho mercantil, correspondencia comercial en tres idiomas (castellano, inglés y francés), taquigrafía y mecanografía. Además se dictaban los siguientes cursos complementarios como: dibujo técnico y de adorno, música, solfeo y canto, obligatorio tres veces por semana. Esta clase al igual que la de mecanografía se pagaban por separado. Se dictaban conferencias de urbanidad, higiene, derecho usual y sociología de una a tres veces por semana.

Los estímulos que se usaban en el colegio eran los que se utilizaban en los mejores colegios del mundo, según los Hermanos. Estos estímulos tendían a formar la buena conducta y el carácter, impulsar el trabajo, adquirir maneras cultas, signos del caballero cristiano.

Los padres de familia eran informados del desempeño de sus hijos mediante una libreta semanal, donde se explicaban detalladamente calificaciones, trabajo, urbanidad y conducta. Estos conceptos se tenían en cuenta para las calificaciones de fin de año. Además había cuadros de honor, proclamaciones semanales y mensuales y varias clases de premios. La buena conducta eran esenciales para las Hermanos de las Escuelas Cristianas, de ahí que vigilaran el modo de manejarse del alumno como estudiante y el respeto a los superiores, la puntualidad a la entrada, el silencio y orden en la clase, filas, capillas, y en especial en los dormitorios, actividad en recreos y atención a las explicaciones. Por otro lado, se fomentaba la aplicación al trabajo, es decir la dedicación para estudiar para los exámenes y cumplir con las tareas.

        "Esta se refiere a la formación de los modales propios de una persona bien nacida y educada con todo el esmero de un caballero cristiano, y exige: buena postura, lenguaje correcto; esmerado aseo, tanto en la persona como en el vestido; trato comedido respetuoso y amable; orden y método para el trabajo; en una palabra abstención de todo cuanto pueda mortificar a nuestros semejantes, y práctica de todo lo que puede complacerlos."[6]

Los Hermanos Cristianos enfocaban su educación a las necesidades para el desarrollo del país. En el colegio que estos administraban se ofrecían grados en `bachiller moderno' o `bachiller en ciencias', novedosas alternativas en la educación en Colombia. De esta forma lograra competir con la educación tradicional que impartían los jesuitas.   

La educación física era necesaria para conservar la salud y desarrollar el cuerpo, de tal forma que el alma  encuentre instrumento para hacer el ejercicio de sus facultades. Para esto los alumnos debían tener precauciones higiénicas, recreos entre clases, donde alumnos y maestros realizaban los juegos de su elección, y lecciones de gimnasia, calisténica, ejercicios de sport, paseos y natación.

Merece mencionarse las diferentes asociaciones académicas que los hermanos fundaron en el colegio: la Academia Anglo-francesa dedicada a desarrollar el estudio y la práctica del inglés y el francés, materias obligatorias en el colegio, y lenguas de mucha utilidad en Medellín, un dinámico centro comercial e industrial, a donde confluía buena parte del café que exportaba el país y la Academia Cuervo que se dedicaba al estudio de la literatura y la filosofía, donde los alumnos practicaban declamación y oratoria

Museo de Historia Natural

Fundado por el Hermano Nicéforo María en 1913, quien lo dirigió hasta 1922. En estos nueve años el hermano logró crear las colecciones de ornitología, herpetología, batracología, entomología, etnología, paleontología, mineralogía y botánica.

Las muestras del Museo crecieron a punto de donaciones, como la que hizo Ricardo Restrepo Wills, en mayo de 1918, el obsequió un venado de su finca `La Clara' que se encontraba en Angelópolis. Las personas que desearan enviar algo lo podían hacer, pues el museo contaba con franquicia postal. Las horas de apertura al público eran de los domingos de 12 m. a 4 p.m.

Los Hermanos comenzaron la colección sistemática de las aves de Antioquia en 1910. Crearon una colección muy completa de los pájaros de Medellín y regiones circunvecinas. Luego la colección se enriqueció con ejemplares de tierra fría y caliente.

En noviembre de 1914 el museo recibió la visita de E. Miller y Mowarth Boyle enviados por el Museo de Historia Natural de Nueva YorK. Ellos visitaron Puerto Valdivia, Peque, Paramillo, Dabeiba, Buriticá, Alto Bonito, Santa Elena y Puerto Berrío.[7]

Misiones: Los Carmelitas Descalzos y los Padres Javieres

Para la segunda mitad del siglo XIX las misiones de evangelización católica tiene un gran resurgimiento. Pio IX mostraba un especial interés por extender las misiones latinoamericanas.

En el contexto latinoamericano se ve una temprana llegada de misioneros, en países como Bolivia, Perú, Chile, Argentina se crean misiones desde la década de 1850. En el caso de México y Colombia los misioneros se retrasaron bastante en llegar, a México llegan a principios del siglo XX y a Colombia los misioneros llegan en la última década del siglo XIX.  En los artículos 25 y 31, del Concordato se encuentran las bases para el desarrollo de las misiones en el país.[8] Desde este se momento aparece la creación de Vicariatos y Prefecturas Apostólicas en todo el país, entre 1893 y 1949 se crean 14, siendo su período de mayor auge las décadas del 10 y del 20 donde se instauran 7 la mitad de las creadas en todo el período.

En Antioquia los jesuitas, los franciscanos y los claretianos habían realizado correrías por el nordeste, suroeste y Urabá desde inicios del siglo XX. Pero es a partir de 1918 cuando se crea la Prefectura Apostólica de Urabá que se instaura las misiones bajo la Congregación de Propaganda Fide[9] con la llegada de los Carmelitas Descalzos a esta Prefectura.

Esta comunidad de origen Español fue fundada por Santa Teresa de Jesús en 1568, había llegado al país en 1911 a Villa de Leyva, al departamento de Antioquia habían ingresado en 1914 (Sonsón y Frontino) y luego a Medellín en 1920.[10]

Cuando llegaron a administrar la Prefectura Apostólica de Urabá  encontraron en la región a las Hermanas de la Madre Laura, comunidad de origen local que había desarrollado una extensa labor en la región.

Aunque poco divulgado, bajo los Carmelitas Descalzos en Urabá se llevaron a cabo varias labores importantes como la apertura de caminos, el desarrollo de obras de infraestructura (acueducto y electricidad). Por discrepancias  con las lauritas y ante su salida trajeron de España a sus las Carmelitas Misioneras.

Cuando se habla de misiones como actividad, se trata de las correrías que realizaban los religiosos por la jurisdicción de la Prefectura. En estas realizaban bautizos, matrimonios, impartían doctrina, celebraban misas, hacían procesiones en honor a la virgen del Carmen. Cada una de estas actividades pretendían extender la civilización occidental a zonas alejadas y de dificil acceso, y así incorporar estas zonas al país.(Tabla V)

La otra comunidad misionera, fundada en Antioquia, ve sus orígenes en la Conferencia Episcopal celebrada en Bogotá en 1924, esta convocó a los obispos del país a trabajar según los deseos del papa Pío XI de establecer seminarios de misiones. Por recomendación del provincial de los Eudistas, Maturín Jehano, el obispo antioqueño Miguel Ángel Builes se da a la tarea de conseguir los permisos necesarios ante las autoridades competentes para llevar a cabo su fundación. En 1927 el obispo Builes recibió de la Nunciatura Apostólica la autorización para establecer el seminario. La ciudad elegida para la nueva fundación fue Yarumal, la congregación fue creada la conversión de infieles, impartir catequesis a los `salvajes' y fundar misiones rurales. Pero monseñor Builes no sólo fundó misioneros, también creó la comunidad de Teresita Misioneras.

Sorprende que en tan sólo 23 de años (1927-1930) la comunidad de los padres Javieres ya habían incursionado en 27 poblaciones del país, ubicadas en 8 jurisdicciones eclesiásticas (Tabla VI). Para los primeros años de la década de 1970, además de Colombia, estaban en Bolivia, Ecuador y Venezuela. Antes de terminar la década de los 90 ya habían llegado a Angola, Kenya, Panamá, Brasil, Perú, Malí y Costa de Marfil para un total de 11 países con casas de padres javieres.[11] 

Fuentes

La revisión de la bibliografía fue una sorpresa, no se contaba con una producción tan vasta de textos sobre la comunidades masculinas, a diferencia de las de religiosas donde los casos no son tantos.  Dos terceras partes de los trabajos han sido realizados por los religiosos, o por laicos vinculados de una u otra forma con la Iglesia o con los religiosos. Un menor número es fruto del trabajo de historiadores profesionales. En el caso colombiano, la Compañía de Jesús y los Hermanos de la Escuelas Cristianas ha producido el mayor número de estudios, seguida por los franciscanos, los carmelitas, los claretianos y los domínicos. 

La mayoría de los trabajos tienen un tono de exaltación y glorificación  y narran de forma lineal los acontecimientos más sobresalientes en la vida de la comunidad. Pocos trabajos se inspiran en las nuevas corrientes historiográficas.

Sin embargo, dentro de este material no puede dejar de mencionarse algunos nombres que por la rigurosidad en la elaboración de sus trabajos, entre estos están: los de los jesuitas Rafael Pérez, Luis J. Muñoz y Juan Manuel Pacheco (con  La Historia de los Jesuitas en Colombia y los tomos que alcanzó a escribir para la Historia Extensa de Colombia), el salesiano José J. Ortega Torres, el franciscano Gregorio Arcila, y el padre carmelita Severino de Santa Teresa con la Historia documentada de la Iglesia en Urabá y el Darién. Dentro de los historiadores profesionales debe destacarse a Vincent Farrell con su tesis doctoral "The Catolic Church and Colombian Education: 1886-1930 in Search of a Tradition"  aquí analiza las pugnas entre la Iglesia y el Estado, el control en la educación en aquella época, y observar el desarrollo a corto y largo plazo del sistema educativo colombiano.

Las fuentes primarias de archivos ofrecen cierta dificultad a la hora de ser consultadas, el undo fue un poco limitado, el estado de estos (deterioro, fragmentado, sin clasificación), la reserva que posee cada comunidad sobre información, y que la comunidad enviaba los registros a la capital de la provincia a la que pertenecía o directamente a Roma a la casa general no cuidando de dejar copia en la sede de su casa, fueron las causas para que se uso no fuera todo lo profundo que se deseaba. No obstante se tuvo acceso a algunos fondos de los Archivos de los Hermanos Maristas, Hermanos Cristianos, Carmelitas, Salvatorianos, Escolapios, Salesianos, Claretianos, Jesuitas; que por lo pobres en información más que aportar datos nuevos sirvieron para corroborar los datos obtenidos en la fuentes secundarias y otras primarias. En conclusión esta por realizarse un trabajo que de cuenta real sobre el estado de los archivos de la comunidades religiosas, no sólo de Antioquia sino del país en general.

En cuanto a las publicaciones periódicas, se evidenció que casi todas las comunidades o alguna de sus obras (colegios, universidades, misiones, asociaciones devotas) contaba con una publicación para informar a la sociedad el estado, avance o actividades desarrolladas. Vale la pena resaltar las siguientes (Tabla VII)

Además de las comunidades que publican sus periódicos oficiales; se presentaron algunos grupos laicos que instituyeron medios de información de acuerdo a la comunidad con la que se desarrolla su trabajo de cristianos consagrados.

Un gran soporte para esta investigación fueron los anuarios eclesiásticos, la sistematización de la información permitieron revaluar varias datos que hasta la fecha no habían sido mirados.

 

Tabla I 

Fecha de establecimiento de las comunidades de  religiosos en Antioquia y en Colombia, 1884-1950

 

 

Comunidad

 

Antioquia

Colombia

1

Jesuitas

1885

1884

2

Eudistas

1888

1883

3

Hermanos Cristianos

1890

1890

4

Salesianos

1890

1912

5

Franciscanos

1895

1895

6

Claretianos

1913

1909

7

Carmelitas Descalzos

1914

1911

8

Padres Javieres o Misioneros de Yarumal

1927

1927

9

Agustinos Recoletos

1929

1889

10

Salvatorianos

1942

1899

11

Terciarios  Capuchinos

1948

1928

12

Escolapios

1950

1947

 

Fuentes:

Díez Suárez, Bernardo, S.J., Los religiosos en Colombia. 500 años sembrando luz y amor, Medellín, Litográficas Calidad Ltda., 1993., Londoño, Patricia, “Aspects of Religion. Culture and Sociability in Antioquia (Colombia), 1850-1930”, tesis doctoral, Universidad de Oxford, 1997., Agustinos: Ayape de San Agustín, Eugenio, fray, Fundaciones y noticias de Nuestra Señora de la Candelaria de la orden de Agustinos Recoletos, tomo I, Bogotá, Editorial. Lumen Christi, 1950., Capuchinos: Alborada. Número extraordinario dedicado a la conmemoración de las Bodas de Diamante de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, Medellín, s.e., s.f., Carmelitas: Restrepo Giraldo, Bernardo, O.C.D., La Orden Carmelitana en Colombia. Síntesis histórica, texto de formación Carmelitana, No. 7. Bogotá, Ed. L. Canal, 1979., Compañía de Jesús:  Muñoz, Luis J., S.J., Notas históricas sobre la Compañía de Jesús restablecida en Colombia y Centro América, Oña, Imprenta del Colegio, 1920., Pérez, Rafael. S.J., La Compañía de Jesús en Colombia y Centro América, Valladolid, Imprenta, librería, Heliografía y Talleres de Grabado de Luis N. Gaviria, 1896., Claretianos: Nebreda, Eleuterio, C.M.F., y Carlos E. Mesa, C.M.F., Los claretianos en Colombia, Medellín, L. Vieco e hijas, 1981., , Eudistas: Samson, Luis y Arturo Echeverri, Los eudistas en suramérica, 2tomos , Bogotá, Editorial Carrera 7a., 1981 y 1982., Javieres:  López, Manuel Antonio, m.x.y., Apuntes para la historia del  seminario de Yarumal, [Bogotá], Ediciones Etnia, [1978]., Salesianos: Ortega Torres, José J,  La obra salesiana en Colombia, los primeros cincuenta años: 1890-1940, Bogotá, Escuelas Gráficas salesianas, 1941, 2 tomos., Salvatorianos: Kielbasa, Antoni, SDS.,  Raíces comunes. Salvatorianos y Salvatorianas, Navarra, Salvatorianos, 1987. Escolapios: Alonso Marañón, Pedro Manuel, La Iglesia docente en el siglo XIX. Escuelas Pías en España y América. Formación del profesorado y expansión educativa, Alcalá de Henares, Servicio de Publicaciones Universidad de Alcalá de Henares, 1996.

 

Tabla II

Conjunto de actividades desempeñadas por los religiosos en Antioquia, 1885-1950 

 

Comunidad

 

Actividades

Lugares

Número total  localidades

Carmelitas Descalzos

Parroquias, misiones, enseñanza

Apartadó, Arboletes, Chigorodó, Dabeiba, Fontidueño, Frontino, Juntas de Uramita, Medellín, Murrí, Murindó, Necoclí, Pavarandocito, Río Grande, San José de Turbo, San Juan de Urabá, Sonsón, Turbo, Urama, Vigía del Fuerte.

18

Hermanos

 Cristianos

Enseñanza, beneficencia

Andes, Bello, Copacabana, Jericó, La Ceja, La Estrella,  Marinilla, Medellín, San Antonio de Prado, San Pedro, Santa Rosa, Sonsón, Yarumal.

13

Claretianos

Enseñanza, parroquias, misiones

Bolívar, Jericó, Medellín, Murindó Puerto Berrío, Santo Domingo, Urabá, Turbo.

7

Franciscanos

Parroquias, enseñanza, misiones

Angelópolis, Jericó, Medellín, Nordeste antioqueño, Occidente de Antioquia, Santo Domingo, Remedios, Yalí.

6

Jesuitas

Enseñanza, parroquias, misiones

Amagá, Medellín, Remedios, Santo Domingo, Santa Rosa,  Urabá.

5

Eudistas

Enseñanza, parroquias

Jericó, Medellín, Santa Fe de Antioquia, Santa Rosa, San Pedro.

5

Salesianos

Parroquias, enseñanza, beneficencia

La Ceja , Medellín

2

Padres Javieres o Misioneros de Yarumal

Misiones, enseñanza, parroquias

Yarumal, Yondó

2

Salvatorianos

Enseñanza, parroquias

Granada, La Estrella

2

Agustinos Recoletos

Parroquias

Medellín

1

Terciarios Capuchinos

Enseñanza, parroquias

La Estrella

1

Escolapios

Enseñanza, parroquias

Medellín

1

 

Fuentes:

 Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Ed. Pax, 1951, Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Pontifica Universidad Javeriana, 1938, Anuario Eclesiástico, 1919-1920, Barcelona, Editorial Subirina, 1920, Anuario Eclesiástico de la República de Colombia, Bogotá, Editorial El Catolicismo, 1927, Conferencia de superiores mayores de religiosos, Directorio de comunidades religiosas en Colombia, Bogotá, Italgraf, s.f.

 

Tabla III  

Educación lasallista en Medellín, 1890-1945 

 

Fecha  apertura

 

   Institución

Ubicación

Nivel educativo

1890

Colegio de San José

Centro

Secundaria

1891

Escuela San Juan Bautista de la Salle

Centro

Primaria

1909

Escuela del Sagrado Corazón de Jesús

Sector de Tenerife

Primaria

1926

Talleres de la Plaza de Flórez

Plaza de Flórez

Técnica

1932

Escuela del Beato Salomón

El Morro, barrio Bostón

Primaria

1938

Colegio San Carlos

Cerca al templo de Jesús Nazareno

Secundaria

1945

Escuela Ozanam

Barrio Gerona

Primaria

 

Fuentes:

Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Pontifica Universidad Javeriana, 1938, Anuario Eclesiástico, 1919-1920, Barcelona, Editorial Subirina, 1920, Anuario Eclesiástico de la República de Colombia, Bogotá, Editorial El Catolicismo, 1927, Archivo Fotográfico Benjamín de la Cale, Farrell, Robert Vincent, "The Catolic Church and Colombian Education: 1886-1930: in Search of a Tradition", tesis  Ph.D., Columbia University, Nueva YorK, 1974.. Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Ed. Pax, 1951, Conferencia de superiores mayores de religiosos, Directorio de comunidades religiosas en Colombia, Bogotá, Italgraf, s.f., Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, In memoriam 1890-1940. Bodas de oro de la llegada de los Hermanos de las EE. Cristianas a Colombia y de la fundación del Colegio de San José de Medellín, Medellín, Ed. Bedout, [1940], Hermano Florencio Rafael y Hermano Andrés Bernardo, Los Hermanos de la Salle en Colombia. Bodas de diamante, 1890-1965, Medellín, Ed. Bedout, 1965., Hermano Florencio Rafael y Hermano Andrés Bernardo, Los Hermanos de la Salle en Colombia. Bodas de diamante, 1890-1965, Medellín, Ed. Bedout, 1965., Hermano Justo Ramón, "La trayectoria lasallista en Colombia", en: Revista de la Academia de Historia Eclesiástica  vol, IV, # 13, Bogotá, enero-abril, 1969, pp. 31-50.

Tabla IV

  Educación lasallistas en los municipios antioqueños, 1892-1950 

 

Fecha apertura

   Institución

MUNICIPIO

Nivel educativo

 

1892

Colegio San José

Marinilla

Secundaria

1901

Colegio Gregorio Gutiérrez González

La Ceja

Secundaria,

Primaria

1905

Colegio de San José

Sonsón

Secundaria

1907

Colegio de San José

Jericó

Secundaria

1908

Colegio de San Juan Bautista de la Salle

Copacabana

Secundaria

1911

Colegio de San Luis

Yarumal

Secundaria

1916

Instituto del Norte

Santa Rosa de Osos

Secundaria

1928

Noviciado

San Pedro

Religiosa

1932

Colegio San Luis

Andes

Secundaria

1937

Instituto Manuel José Cayzedo

Bello

Secundaria

1942

Colegio de San José

La Estrella

Secundaria

1943

Noviciado menor y Escolasticado

San Antonio de Prado

Religiosa

 

Fuentes:

Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Ed. Pax, 1951, Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Pontifica Universidad Javeriana, 1938, Anuario Eclesiástico, 1919-1920, Barcelona, Editorial Subirina, 1920, Anuario Eclesiástico de la República de Colombia, Bogotá, Editorial El Catolicismo, 1927, Archivo Fotográfico Benjamín de la Cale, Farrell, Robert Vincent, "The Catolic Church and Colombian Education: 1886-1930: in Search of a Tradition", tesis  Ph.D., Columbia University, Nueva YorK, 1974., Conferencia de superiores mayores de religiosos, Directorio de comunidades religiosas en Colombia, Bogotá, Italgraf, s.f., Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, In memoriam 1890-1940. Bodas de oro de la llegada de los Hermanos de las EE. Cristianas a Colombia y de la fundación del Colegio de San José de Medellín, Medellín, Ed. Bedout, [1940], Hermano Florencio Rafael y Hermano Andrés Bernardo, Los Hermanos de la Salle en Colombia. Bodas de diamante, 1890-1965, Medellín, Ed. Bedout, 1965. Hermano Florencio Rafael y Hermano Andrés Bernardo, Los Hermanos de la Salle en Colombia. Bodas de diamante, 1890-1965, Medellín, Ed. Bedout, 1965., Hermano Justo Ramón, "La trayectoria lasallista en Colombia", en: Revista de la Academia de Historia Eclesiástica  vol, IV, # 13, Bogotá, enero-abril, 1969, pp. 31-50.

 

Tabla V

Labor de los misioneros Carmelitas Descalzos en Antioquia, 1914-1950

 

Fecha de inicio

Lugar

       Actividad

 

1914

Frontino

parroquia, Prefectura Apostólica, casa de misioneros

1914

Sonsón

parroquia, convento, colegio

1919

Dabeiba

parroquia, casa misional, planta eléctrica

1919

San José de Urama

parroquia, casa misional, acueducto, planta eléctrica

1920

Medellín

parroquia, iglesia, convento

1921

Pavarandocito

parroquia, casa misional

1921

Turbo

parroquia, casa misional, hospital

1922

Puerto César

Misiones

1923

Arboletes

Misiones

1924

Juntas de Uramita

parroquia, casa misional, acueducto

1924

Murrí

Misiones

Ca- 1927 1941

Murindó

parroquia, casa misional

Ca- 1927  1941

Necloclí

Iglesia, casa misional

Ca- 1927  1941

Chigorodó

iglesia, casa misional

Ca- 1927  1941

San Juan de Urabá

parroquia, casa misional

Ca- 1927  1941

Vigía del Fuerte

Iglesia


 

 

 

ca- 1927 1941 ca- 1941

Apartadó

iglesia, casa misional

1934

San José de Turbo

internado indígena, iglesia, casa misional, talleres de artes y oficios

1942

Río Grande

Concentración escolar

1944

Fontidueño

dirección de la Casa de Menores

 

Fuentes:

Alma, número extraordinario, publicado por las religiosas de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena, Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Pontifica Universidad Javeriana, 1938, Anuario Eclesiástico, 1919-1920, Barcelona, Editorial Subirina, 1920, Anuario Eclesiástico de la República de Colombia, Bogotá, Editorial El Catolicismo, 1927, Conferencia de superiores mayores de religiosos, Directorio de comunidades religiosas en Colombia, Bogotá, Italgraf, s.f., Severino de Santa Teresa, O.C.D., Historia documentada de la Iglesia en Urabá y el Darién. Desde el descubrimiento hasta Nuestros días, volumen V, tercera parte, Bogotá, Kelly, 1957 y Vírgenes conquistadoras que Santa Teresa envió a las Américas, Vitoria, Ediciones El Carmen, 1951., Revista de Misiones, Bogotá, 1925-1934., Restrepo Giraldo, Bernardo, O.C.D., La Orden Carmelitana en Colombia. Síntesis histórica, texto de formación carmelitana, No. 7. Bogotá,  L. Canal, 1979,  La Orden Carmelitana en Colombia 1911 «julio 5» 1981. Bogotá, El Greco, [1981] y Setenta y cinco años de la Orden Carmelitana en Colombia, 1911-1986, Bogotá, Editorial Época, [1986], Gaviria Pérez, Nicolás, Misioneros claretianos en el Chocó, Medellín, L. Vieco e hijas, 1980.

 

Tabla VI 

Labor misionera de los Padres Javieres  en Colombia, 1927-1950 

Fecha de

inicio

 

Lugar

Jurisdicción eclesiástica

Actividad

1927

Yarumal

(Antioquia)

Diócesis de Santa Rosa de Osos

Seminario, parroquias, misiones

1938

Simití

(Bolívar)

Arquidiócesis de Cartagena

Parroquias, misiones

1939

San Martín de Loba

(Bolívar)

Arquidiócesis de Cartagena

Parroquias, misiones

1940

Lorica

(Bolívar)

Arquidiócesis de Cartagena

Parroquias, misiones, colegio

1940

Purísima

(Bolívar)

Arquidiócesis de Cartagena

Parroquias, misiones

1940

Sabanalarga

(Atlántico)

Diócesis de Barranquilla

Parroquias, misiones

1940

El Banco

(Magdalena)

Diócesis de Santa Marta

Parroquias, misiones

1940

Barranquilla

(Atlántico)

Diócesis de Barranquilla

Parroquias, misiones

1943

Pinillos

(Bolívar)

Arquidiócesis de Cartagena

Parroquias, misiones

1945

Santa Ana

(Magdalena

Diócesis de Santa Marta

Parroquias, misiones

1945

Labateca

(Santander)

Prefectura Apóstlica de Labateca

Dirección Prefectura Apostólica, parroquias, misiones

1945

Santa Librada

(Santander)

Prefectura Apóstlica de Labateca

Misiones, internado indígena (lauritas)

1945

Río Viejo

(Bolívar)

Arquidiócesis de Cartagena

Misiones

1946

Guamal(Magdalena)

Diócesis de Santa Marta

Parroquias, misiones

 

 

 

 

 

1946

Yondó

(Antioquia)

Diócesis de Santa Rosa de Osos

Parroquias, misiones

1947

Bocota

(Santander)

Prefectura Apóstlica de Labateca

Misiones

1948

Puente Aranda

(Cundinamarca)

Arquidiócesis de Bogotá

Parroquias

1948

Vélez

(Santander)

Diócesis de Socorro-San Gil

Parroquias, misiones

1948

Barbosa

(Santander)

Diócesis de Socorro-San Gil

Misiones

1948

Landázuri

(Santander)

Diócesis de Socorro-San Gil

Parroquias, misiones

1948

Guavatá

(Boyacá)

Diócesis de Socorro-San Gil

Parroquias, misiones

1948

Cimitarra

(Santander)

Diócesis de Socorro-San Gil

Parroquias, misiones

1948

Chucarima

(Santander)

Prefectura Apostólica de Labateca

Misiones

1948

Puerto Araújo

(Santander)

Diócesis de Socorro-San Gil

Misiones

1949

Galerazamba

(Bolívar)

Arquidiócesis de Cartagena

Parroquias, misiones

1949

Mitú

(Vaupés)

Prefectura Apostólica de Mitú

Dirección Prefectura Apostólica, parroquias, misiones

 

 

 

1949

Montfort (Vaupés)

Prefectura Apostólica de Mitú

Misiones

1950

Güepsa

(Arauca)

Diócesis de Socorro-San Gil

Parroquias,

Misiones

Fuentes:

Anuario Eclesiástico, 1919-1920, Barcelona, Editorial Subirina, 1920, Anuario de la Iglesia Católica en Colombia, Bogotá, Pontifica Universidad Javeriana, 1938, Anuario Eclesiástico de la República de Colombia, Bogotá, Editorial El Catolicismo, 1927, Conferencia de superiores mayores de religiosos, Directorio de comunidades religiosas en Colombia, Bogotá, Italgraf, s.f., Instituto de misiones extranjeras de Yarumal, IMEY. Los 63 años de su historia, Medellín, Editorial Piloto, 1990., Severino de Santa Teresa, O.C.D., Historia documentada de la Iglesia en Urabá y el Darién. Desde el descubrimiento hasta Nuestros dias, volumen V, tercera parte, Bogotá, Kelly, 1957.

 

Tabla VII

Revistas y periódicos editados por las comunidades de religiosos en Antioquia, 1906-1950

 

Comunidad

Título

Fecha

Vocero de

Lugar de publicación

Jesuitas

Los Estudios

 

1911 -

Colegio San Ignacio

Medellín

Jesuitas

Juventud Ignaciana

1934 -

Colegio San Ignacio

Medellín

Jesuitas

La Familia Cristiana

1906

Apostolado de la Oración (asociación laica)

Medellín

Jesuitas

Antioquia por María

1920 -

Congregación de Jóvenes de la Inmaculada Concepción y Congregaciones Marianas de la Catedral (asociación laica)

Medellín

Hermanos Cristianos

Boletín del Colegio de San  José

1919 –2000

Colegio de San José de Medellín

Medellín

Hermanos Cristianos

Boletín del Colegio San de José

1919 -

Colegio de San José de Sonsón

Sonsón

Hermanos Cristianos

El Boletín del Centro Arboleda

1919 -

Centro Arboleda

(asociación laica)

Sonsón

Franciscanos

La Buena Prensa

1912 -

Orden Tercera (asocicación laica)

Medellín

Franciscanos

Estudios

1944? -

Instituto Cristóbal Colón

Medellín

Carmelitas

Luz Católica

1927 – 1941

Organo oficial de la Prefectura Apostólica de Urabá

Frontino

Carmelitas

El Carmen

1945 -

____________

Medellín

Padres Javieres

El Misionero

1934 -

Seminario de Misiones

Yarumal

Padres Javieres

Revista de Misiones

ca.1934 - 2000

Seminario de Misiones

Yarumal

Salesianos

Lábaro

1937 -

Instituto Pedro Justo Berrío

Medellín

Salvatorianos

Juventud Salvatorianaca.

 

____________

 

La Estrella

Salvatorianos

Voz del salvador

ca.1945 -

____________

La Estrella

Terciarios capuchinos

El Sembrador

ca.1945 -

_____________

La Estrella

Eudista

El Recreo

1894 -

                      

Santa Fe de Antioquia

 

 

 

 

 



[1]  Georges Duby,  La época de las catedrales. Arte y sociedad, 980-1420, Madrid, Ediciones Cátedra, 1993. p. 138

 

 

 

[2] Jesús Álvarez Gómez, C.M.F.  Manual de historia de la Iglesia. Buenos Aires, Editorial Claretiana, 1982.

[3] El sacrosanto y ecuménico Concilio de Trento, traducción de Ignacio López de Ayala, París, Librería de Rosa, Bouret y Cía, 1853, pp.367-319,  El código de derecho canónico, traducido y comentado por Francisco Blanco Nájera, Cádiz, Editorial Establecimientos Cerón y Librería Cervantes, S.L, 1942. p.6. En el canon 488 se define Religión como una sociedad aprobada por la autoridad eclesiástica, los asociados en arreglo a las leyes propias de las misma sociedad hacen votos públicos, perpetuos o temporales que con el tiempo deben ser renovados para tender a la perfección evangélica.  El código de derecho canónico, p. 334.

[4] Robert Vincent Farrell, "The Catholic Church and Colombian Education: 1886-1930", Tesis doctoral, Universidad de Columbia, Nueva York, 1974, p. 68.

[5]  Boletín del Colegio San José de Medellín, I, # 1, Medellín, julio 1919. pp. 2-3.

           [6]  Boletín del Colegio de San José. s.año, s.n, Medellín, ca. 1924. pp. 11-15

[7] Boletín del Colegio de San José. s.año, s.n, Medellín, ca. 1924. p. 5, Lucía Atehortúa, "El desarrollo de las ciencias naturales", Historia de Antioquia, dirigida por Jorge Orlando Melo, Bogotá, Suramericana de Seguros, 1988. p. 417, Boletín del Colegio de San José, año I, # 1, Medellín, julio de 1919. p. 32.

[8] Dice el artículo 25:"...El Gobierno de Colombia se obliga a asignar a perpetuidad una suma anual liquidada que desde luego se fija en cien mil pesos colombianos y que se aumentará equitativamente cuando mejore la situación del Tesoro, los cuales se destinarán en la proporción y términos que se convengan  entre las dos Supremas Potestades, al auxilio de diócesis, cabildo, seminarios, misiones y otras obras propias de la acción civilizadora de la Iglesia", y el artículo 31: "Los convenios que se celebran entre la Santa Sede y el gobierno de Colombia, para el fomento de las misiones católicas en las tribus bárbaras, no requieren ulterior aprobación del congreso". Alfredo Vásquez Carrizosa, El Concordato de Colombia con la Santa Sede, Bogotá, Italgraf, 1973, pp. 138-139, y Severino de Santa Teresa, O.C.D., Historia documentada de la Iglesia en Urabá y el Darién. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, volumen V, tercera parte, Bogotá, Editorial Kelly, 1957. p. 80.

    [9]  La Sagrada Congregación Propaganda Fide fue creada por el papa Gregorio XV en 1622. Era dirigida por un cardenal con el título de Prefecto. Su finalidad era la de organizar la propagación de la Fe en el mundo. Tenía autoridad, en donde no existía jerarquía regular, sobre vicarios y prefectos apostólicos, sobre concilios, clero, seminarios de misiones, escuelas, obras pías, administración destinados a la misión y sobre misiones religiosos y no religiosos. Enciclopedia del Católico, dirigido por Giustino Boson, segunda parte, Barcelona, Seix Barral, S.A, 1951, p. 231.

[10] Bernardo Restrepo Giraldo, O.C.D., La Orden Carmelitana en Colombia. Síntesis histórica, Bogotá, Ediciones ECCO (Ediciones Carmelitas de Colombia), 1979, p. 27-28 Severino de Santa Teresa, O.C.D., Historia documentada de la Iglesia en Urabá y el Darién. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, volumen V, tercera parte, Bogotá, Editorial Kelly, 1957.

[11] Padre Manuel Antonio López, mxy., Apuntes para la historia del Seminario de Misiones de Yarumal, s.c., Ediciones Ethnia, [1978]

 

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